lunes, 3 de noviembre de 2014

Bienvenidos

Hola a tod@s, bienvenidos al blog de nuestro taller. Les propongo que este trabajo lo hagamos juntos, ustedes y yo. ¿Les parece? ¿Empezamos?

Lo primero que quisiera compartir son algunos poemas que de alguna manera dan respuesta a la pregunta planteada por Friedrich Höldelin en su elegía "Pan y vino": "¿Para qué poetas en tiempos de penurias?" Antes de eso, vale la pena recordar el fragmento en que aparece el tema:

¡Pero amigo! Llegamos demasiado tarde. En verdad viven los dioses,
pero sobre la cabeza allá arriba en otro mundo.
Sin fin actúan allí y parecen no prestar atención
si nosotros vivimos, con tanto cuidado nos tratan los celestes.
Pues no siempre puede darles cabida una vasija débil,
solamente en ciertos tiempos soporta el hombre la plenitud divina.
Un sueño de ellos es después la vida. Pero la sala de los desvariados
ayuda, como adormecimiento, y la necesidad fortalece y la noche,
hasta que héroes suficientes hayan crecido en la cuna de hierro,
los corazones son en su fortaleza, como antes, semejantes a los celestes.
Tronando vienen entonces ellos después. Mientras tanto pienso a menudo
que mejor es dormir, que estar así sin compañeros,
que aguantar así, y qué hacer entre tanto y qué decir,
no lo sé, ¿y para qué poetas en tiempos de penuria?.
pero ellos son, dices tú, como los sacerdotes sagrados del dios del vino,
los que fueron de un país a otro en noche sagrada.

Copio algunos poemas que a mí me gustan especialmente para que puedan leerlos solos o acompañados y piensen en el tipo de respuesta que le dan a la pregunta de Hölderlin. La selección no tiene más orden que el que pienso que puede estimular la lectura:

1) Ayotzinapa
David Huerta, 2014

Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras

Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable

Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó

Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas arrasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes

Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía

El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país

Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos

Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto

Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer

Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río

Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa

Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria quebrantada
De todos los vivos

Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sido


2) Javier Sicilia

El mundo ya no es mundo de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te asfixiaron, como te desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta, sólo tengo al mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por silencio, Juanelo.



3) Los heraldo negros
César Vallejo


Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... ¡Yo no sé! 

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 

Son las caídas hondas de los Cristos del alma 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!


4) Todesfuge
Paul Celan

Fuga de muerte

Leche negra del alba te bebemos de tarde
te bebemos al mediodía y en la mañana
te bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire
donde no estamos encogidos
Un hombre vive en la casa
juega con las serpientes
escribe cuando oscurece a Alemania tu pelo de oro
Margarete
escribe y sale de la casa
y brillan las estrellas y silba a sus perros
silba a sus judíos
y los manda a cavar una tumba en la tierra
y nos ordena ahora toquen para bailar

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía
te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Un hombre vive en la casa
y juega con las serpientes y escribe
y escribe cuando oscurece a Alemania
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith
cavamos una tumba en el aire
donde no estamos encogidos
Grita
caven más hondo canten unos toquen otros
y empuña el acero del cinto
lo blande
sus ojos son azules
hundan más hondo las palas
toquen unos bailen otros

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía
te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
un hombre vive en la casa
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith
un hombre juega con serpientes
Grita toquen más dulce la muerte
La muerte es un maestro de Alemania
y grita toquen más oscuro los violines
luego ascienden al aire
convertidos en humo
sólo entonces tienen una tumba en las nubes
donde no están encogidos.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía
la muerte es un maestro de Alemania
te bebemos en la tarde y de mañana
bebemos y bebemos
la muerte es un maestro de Alemania
sus ojos son azules
te alcanzan sus balas de plomo
te alcanzan sin fallar
un hombre vive en la casa
tu pelo de oro Margarete
lanza sus mastines contra nosotros
nos regala una tumba en el aire
juega con las serpientes y sueña
la muerte es un maestro de Alemania
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamith.


36 comentarios:

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  2. El poema que Javier Sicilia escribió tras la muerte de su hijo Juanelo en manos del crimen organizado, con el cual, además, cerró su trayectoria como escritor, proyecta su indignación no solo ante los actos atroces cometidos contra las víctimas de estos grupos criminales en el país, sino también ante el silencio con el que responden al respecto aquellos que se consideran a sí mismos justos.
    Sicilia afirma que se clama por “dignidad, paz, justicia y concordia” pero esto se pretende hacer desde un silencio que es similar a aquel que impidió que su hijo y las otras víctimas pronunciaran palabra alguna antes de que la asfixia les privara de la vida. Así nos estamos asfixiando también quienes seguimos vivos, con aquellas palabras que nos quedamos sin pronunciar y esperamos que el silencio hable por nosotros, mientras que las tragedias nacionales continúan sin voz que obstaculice su perpetración.

    Por: Claudeé Galindo

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  3. "Ayotzinapa" De David Huerta nos da la razón por la cual la poesía, la literatura y sobre todo el lenguaje, es necesaria en toda sociedad.
    Con belleza y ritmo en el lenguaje es posible hacer muestra de la pobreza y del infierno que se vive día a día. Nadie se encuentra conforme frente a la situación vivida, nadie se siente feliz y cómodo por desaparecer, nadie quiere desaparecer; pero con el silencio, con la conformidad y el aletargamiento que poseemos no se cambia nada. David nos da una manera de expresión, da voz a todos los que ya no pueden hablar, da voz a los que quieren y no pueden expresarse.
    No sólo es Ayotzinapa, sino que son cientos de muertos y desaparecidos a diario, nos desaparecen poco a poco, nos ciegan, nos callan, nos vuelven invisibles.
    Vivimos en un infierno, vivimos en la oscuridad, nadamos en un mar de sangre en la que todos somos partícipes.
    Es momento de no callarnos, de hablar con el arte y con las acciones, hablar con nuestra propia vida. Vivir de tal manera que sea una revolución, que nuestra mera existencia sea una forma de protesta a la injusticia y a la marea escarlata.
    David Huerta nos pone un ejemplo que hemos de seguirlo, no callarnos, no desaparecer; hacernos notar y gritar nuestras inconformidades.
    Mariana Aidee Chacón Salazar

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  4. Soy Carlos Augusto Torres Peña.

    Me gustó mucho el poema de César Vallejo; a pesar de que he escuchado que lo mencionan mucho, no había tenido la oportunidad de leerlo, y creo que he descubierto a un gran poeta: leí a "grosso modo" su biografía y algunos poemas suyos y me han gustado bastante.

    Respecto al papel de la literatura frente al horror, creo que cualquier artista no se puede desentender de su situación social circundante ya que una expresión artística completamente hermética y distanciada de su realidad, es como una bala perdida o un grito en el vacío. Mas, al mismo tiempo creo que el arte completamente dirigido a los conflictos sociales cae en el "panfletarismo" o en el proselitismo, pudiendo perder gran parte de su esencia; en estos poemas se refleja el dolor propio a todas las personas, enmarcado en una respectiva situación, dándoles ubicación y significación universal, y así es como creo que se debe comportar la literatura y el arte en general, fluctuando a veces entre hermetismo y compromiso social,pero teniendo como principal característica la calidad del mismo.

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  5. Me gusta mucho el poema de Javier Sicilia ya que es un poema dedicado a su hijo muerto, Juanelo. Me encanta ya que te expresa todo el sentimiento de un padre que ha perdido a un hijo en manos de alguien que le arrebato la vida, y a mi parecer es de apreciar.

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    1. No cualquier persona se atreve, no me parece que el poeta se retire, por el peso que llega a tener la muerte en su vida, y menos por la presión social que pueda llegar a sentir, creo que puede seguir escribiendo de ello, no puede quedarse callado, el papel y la pluma igual hablan, no hay que dejarnos horrorizar por la sociedad, el gobierno o por nosotros mismo.

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  7. Los heraldos negros de cesar vallejo. Me gustó mucho, pues habla de una protesta ante el inevitable destino del hombre: la muerte. Y no solo eso, pues también toca el sentimiento de impotencia ante las adversidades que se presentan, los golpes de la vida. Es imposible cambiar el destino del hombre, pues lo único que tienes seguro desde que naces es que morirás, pero el aun puedes elegir como hacerlo. En el ocaso de la vida, no hay nada o mucho que puedas hacer para corregir viejos errores, pero puedes terminar con una sonrisa en el rostro o llano en los ojos. Y a pesar de no tener el final deseado, pude convertirse en el necesario

    -Dante Utrera

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  10. Recuerdo que en una clase de ética nos plantearon una pregunta parecida a la que aparece en la elegía de Höldelin. "¿La literatura debe tener cierto compromiso social?" y le acompañaban los ejemplos trágicos relativamente cercanos, Ayotzinapa y el Holocausto, respectivamente. Volvemos a la pregunta, ¿Y para qué poetas en tiempos de penuria? ¿Cómo escribir después de Auschwitz? Aun después de la clase, me quedé pensando y creo que la respuesta es justamente, escribir sobre Auschwitz. No digo que la poesía se limite únicamente a esto, pero creo que un poeta procura, como en el teatro, ser un espejo para su lector, el lugar donde pueda verse reflejado y lo dirija a reflexionar.
    Tampoco quiero decir que la poesía necesite ser tragedia. En realidad funciona como arte universal por esa característica de poder alcanzar los sentimientos de distintas personas, incluso cuando han transcurrido siglos de la muerte de su autor. No sé si haya reglas en la poesía, no sé si deban imponerse siquiera, pero sí yo pudiera definirla, diría que trata justamente de comunicar un sentimiento.
    He escuchado a quien define a la poesía como un género de ficción. Creo que en nuestra sociedad actual esto de alguna forma le arrebata un poco de su "valor", como si por ser ficcional no pudiera atribuir nada funcional. Creo que tanto el poema de Vallejo (más universal) como el de David Huerta, demuestran que la poesía no necesariamente tiene que ser un género de ficción, y personalmente creo que esto habla mucho del valor que tiene verdaderamente en la sociedad. Me gusta pensar que no podemos prescindir de la poesía, que es verdaderamente humana y una necesidad más, aun con lo que el pensamiento postmoderno nos ha enseñado.
    -Rebeca Molina Rojas

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  11. El señor Cesar Vallejo, del Perú, refleja en sus obras poemáticas, totales sentimientos concretos y espirituales de la religión cristiana, en base a las preguntas, que el mismo ser humano, ha manifestado a lo largo de la historia y durante su filosofía; en cómo observa y siente la vida misma.
    Al resaltar sus emociones de inquietud, de dudas, de sospechas y de tristeza, respecto al tema religioso y a la manifestación de duda que el hombre siente, así mismo, respecto a la separación de la muerte con la vida, el autor Cesar Vallejo compenetra al lector, a un acto de meditación y pensamiento, respecto a este postulado que varias religiones (en sí, no todas) fundamentan como la vida, próxima después de la muerte, posteriores a la vida presente.
    Esta literatura narra el sentir religioso, pensante y artístico, toda una recolección de postulados filosóficos en las letras.

    Por Fernando Mendoza Rosas.

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  12. Los heraldos negros, César Vallejo

    Los poetas en tiempos de penuria, nos brindan alivio al igual que una copa de buen vino, y algunas otras veces le dan voz a nuestro dolor.
    Creo que este poema es un ejemplo claro de mi opinión.
    La muerte, el sufrimiento y el miedo nos llaman instintivamente, y son estas nuestras más peligrosas adicciones.
    Siempre nos duele algo, y de algo nos quejamos, ‘’ vivir en muy difícil’’, siempre decimos, ‘’ la vida te da golpes’’, pues si, la vida te golpea, pero ni ella ni Dios son los culpables de las desgracias que enfrentamos.
    Es nuestra responsabilidad no caer en los tentadores brazos del sufrir, porque qué fácil es sufrir y el arma más valiosa que tenemos ante nuestras circunstancias es la perspectiva, tú decides ver o cerrar los ojos a la musa que es la vida.

    Adriana Pliego

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  13. Me parece oportunista que alguien (David Huerta) use el nombre de un lugar donde el Estado Mexicano perpetuó una masacre y aproveche la coyuntura para sus propios fines ególatras. Claro que el arte tiene que hablar de estos temas. Por supuesto que lo necesitamos para hacer de este mundo un lugar menos insoportable. Pero viniendo de las cúpulas privilegiadas del mundo intelectual del país me cuesta un poco de trabajo creer sus palabras o siquiera intentar leerlas.

    Creo que debemos entender la posición que ocupamos en la sociedad, asumir el privilegio y a partir de ello actuar con humildad y empatía. Me parece más auténtico el trabajo de alguien como Javier Sicilia, quien ha acompañado a las víctimas de la mal llamada “guerra contra el narco” y ha sido parte de un movimiento social. Todo a partir de un suceso en el que él mismo se convirtió en lo que Calderón habría denominado “una víctima colateral”.

    Por D. Ledesma

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  14. Holdelin pregunta “¿para que poetas en tiempos de penuria?” y es una pregunta que considero importante siempre, porque es en tiempos de crisis y de desgracia cuando más debemos hacerle justicia a esos eventos y, como dice Huerta en Ayotzinapa, recordar que “los muertos no se han ido / ni los han hecho desaparecer”. Es cierto que hay golpes en la vida tan fuertes que pueden volver a los hombres locos y nublar su mirada, pero también es cierto que ante estos golpes nace una fuerza y una necesidad de explicarnos si la vida tiene algún sentido, si podemos vivir conformes en un país que desaparece a sus estudiantes, que encuentra millones de muertos en fosas, que no le importa en dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos.
    Yo no sé, al igual que Vallejo, cuál es el objetivo. Yo no sé, pues sólo estoy abrumada por la duda y la desesperanza, que bien se expresa en Los heraldos muertos, la incertidumbre que dejan esos golpes que abren zanjas incluso en los hombres más fuertes. ¿Para qué escribir poemas/cuentos/novelas en tiempos de penuria? En mi opinión todas las desgracias merecen ser recordadas. Debemos tener claro que las matanzas e injusticias traen dolor consigo y que éste puede expiarse a través de la literatura. Podemos encontrar placer en la terapia de escribir, y si de paso podemos concientizar y abrir un espacio de discusión, o para ampliar la visión del ser humano, ¡adelante! Huerta menciona en el primer poema que “estamos tratando de dar / nuestras manos de vivos / a los muertos y a los desaparecidos” como una invitación a actuar, a darle voz a aquellos que ya la perdieron y reafirmando mi idea de que ante la crisis es cuando más necesitamos poetas y escritores.

    Por: Estefanía Arista

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  15. El 29 de marzo del 2011, fue anunciada la muerte de varias personas en Cuernavaca, halladas dentro de un automóvil a pocos metros de la carretera hacia Acapulco; junto a éstas personas, fue reconocido Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo del poeta y novelista Javier Sicilia; una víctima más de la infinidad de crímenes cometidos por el crimen organizado, que el gobierno permite día a día, o simplemente no investiga. Su poema era un llamado a protestar por la justicia, de nuestros hijos, de nuestros hermanos, de nuestros padres. Lo que pasa en México es una responsabilidad colectiva, todos lo sabemos y muy pocos hacen algo.
    Me parece extraordinaria la manera en la que puede resumir lo que pasa en el país en tan pocas palabras, siendo más que palabras rebuscadas o todo un ensayo al respecto de esto. Nos ahogaron, nos desgarran los pulmones, hacen que nos traguemos las palabras, “el mundo ya no es mundo de la palabra”, nos callan y nos intimidan, tratan de mantenernos callados y callan con la muerte a todos aquellos quienes tienen el coraje suficiente para no quedarse callados.
    A Javier Sicilia sólo le quedaba el mundo, el mundo por el silencio de su hijo, a quién callaron; así como también hay a quien sólo le queda el silencio de un hijo, o de un hermano, de un padre, o de un amigo. Así cómo a absolutamente todos nos queda sólo el silencio, de demasiados mexicanos.
    Es así como un poeta nos hace saber y sentir a todos, lo que seguramente, en tiempos de penurias de esta índole, todos sentimos.

    Diego I. Vicenteño Almaguer.

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  16. Los poemas que más me gustaron fueron de Paul Celan y César Vallejo, la manera en que comunican sus emociones son de forma que para mí hacen que parezca muy real.
    Pero Paul Celan con su poema "Todesfuge" me ha hecho reflexionar porque manifiesta en manera indirecta lo que fue para él la época de la Guerra Mundial, ya que estuvo en un campo de concentración y después pudo salir e irse a vivir para otro país.
    Se considera este poema como “una expresión conmovedora del destino del pueblo judío”

    Por : Michelle Valdez.

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  17. Las imágenes que los cuatro poemas presentan son muy similares: la sangre, lo negro, la noche. Pero tres de ellos apartan la solemnidad de la poesía y entonan lamentos angustiosos, que están íntimamente ligados a la muerte como asesinato (David Huerta, Javier Sicilia y Paul Celan) y vislumbran la parte dolorosa de la muerte cuando uno como sobreviviente debe dedicar versos ante una situación de indignación por la violencia. El dolor persiste en la sociedad y el Poeta en estos casos actúa como la voz acusante que englomera a los que callan y adolecen en una sociedad oprimida por la violencia, toma el coro de los llantos y los lamentos y deja para la posteridad el testimonio de la decadencia humana. Por otro lado el poema 'Los Heraldos Negros' de César Vallejo tiene un contraste distinto; le canta al dolor de la muerte como una inminencia que ensombrece al hombre, pues implica el fin de su existencia y la iniciación a algo totalmente opuesto; le canta con respeto, muestra la fragilidad temporal del Hombre, que se destruye a sí mismo y a su vez vuelve la cara e ignora sus actos y sufre.

    La poesía y el arte tienen un compromiso intrínseco con la sociedad, de la cual depende y debe su formación, pero esto no quiere decir necesariamente que el deber de un Poeta o un Artista sea fungir como el dedo que señala el mal en la sociedad, porque esto puede resultar pretencioso y falso como el poema de David Huerta, que explota imágenes y palabras que no cuadran con el hecho.

    El Poeta debe tener su voz y ser la voz de su contexto social.

    Luis Enrique Santos Casillas

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  18. Hay una pregunta clave que siempre surge en la vida del lector y del escritor que ha sufrido a causa de las injusticias sociales: ¿para qué escribir? Se escribe porque a partir de la literatura es posible cambiar los discursos sociales y políticos; el escritor es ese ser que osa romper con el discurso y es capaz de revolucionar las ideas, clamar justicia y plantear nuevos argumentos sin perder el curso de su vida como lo ha hecho Paul Celan que siendo un poeta de la posguerra alemana encuentra en la palabra escrita un medio para trascender y dar muestra de los sentimientos que ha experimentado a causa de la guerra y el dolor.
    El escritor tiene la responsabilidad de comprometerse con las causas sociales porque las palabras son el mejor medio para no perder la historia de un pueblo y hacer escuchar las voces de sus habitantes. Una sociedad que no es consciente de su historia, que desconoce las injusticias que se practican y que opta por no actuar, corre el riesgo de vivir en silencio y por tanto de no cambiar el curso de las cosas.

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  19. Considerando a David Huerta como poeta, ensayista y traductor, exalumno de la Universidad Autónoma de México (UNAM), relata en su poema no sólo la problemática reciente del caso de los desaparecidos de Ayotzinapa, sino el conjunto de problemas que el país ha sufrido desde años atrás, no sólo son los estudiantes, son los feminicidios, son los niños, somos todos.
    Al preguntarse dónde ha quedado el país que apenas ayer existió, reafirma la gran desintegración como sociedad que todo el tiempo ha existido, la desaparición de los normalistas no es más que el reflejo de la extinción de la unión, porque la protesta no acaba, como la inconformidad ni la indignación, pero ¿dónde queda el actuar, dónde queda el cambiar? No basta con sentirnos incompetentes, porque así vuelve a nacer el problema, sino es que en vez de nacer sólo crece más y más, no basta en realidad con nada, no es suficiente con un grito ni con un inconformismo colectivo. Este poema es lo que expresa, esa rabia de una sociedad sin voz que se escuche, pero considero que debería haber más actos antes que palabras, claro que la literatura es un papel fundamental para iniciar con estos síntomas de cambio, por el hecho de dar voz a los que han callado o a los que ni siquiera han considerado hablar. Sin embargo, podríamos comenzar con darles una voz desde un punto donde esa voz ha tenido que gritar y no sólo hablar por los demás.

    Por Paulina Martínez

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  20. Respondiendo la pregunta de Friedrich Höldelin con base en el poeta Paul Celan y su obra Todesfuge, creo que mucha de la inspiración nace de un acontecimiento trágico, de la necesidad de expresar ese dolor que no es solo de una persona, sino más bien de millones. Por esto y para dar voz a las personas que se quedaron en el camino son importantes los poetas en tiempos de penurias. Celan nació en una familia judía, estuvo en trabajos forzados en un campo de concentración nazi y sus padres murieron en una de estos campos. Este poema en específico habla de lo que vivió en los dieciocho meses que paso ahí antes de poder escapar, escuchando a la orquesta judía que era forzada a tocar para el entretenimiento de los alemanes, animando el camino de sus familias y amigos que morirían en las cámaras de gas. Este poema deja ver un poco más de la crueldad de los alemanes nazis.
    Por Analy Tabares

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  21. David Huerta y Javier Sicilia hablan de problemas muy actuales, me gusta el contexto en el que se desarrolla este espacio; vivimos rodeados de sucesos que deberían indignarnos a todos, que nos llenan de incertidumbre. Que las letras sean el camino para los que no pueden ver, por miedo o porque creen que a ellos no les afecta.

    Itzia Durán

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  22. No sabría decir si Javier Sicilia al escribir el que sería su último poema lo hace con indignación, pero es obvio el dolor presente en sus letras, la manera en la que lo escribe es devastadora, a lo mejor su intención era el desahogarse en una forma en la que él tiene experiencia, pero al hacerlo le está dando voz a los padres que han sufrido la muerte o la desaparición de sus hijos a causa de la violencia en el país.
    Este acontecimiento tiene ya más de 3 años y lo peor de todo es que se está haciendo presente la inseguridad y la injusticia otra vez pero de manera diferente con los desaparecidos de Ayotzinapa , no se necesita ser un escritor, un poeta para que se nos pongan atención, se necesita levantar la voz y que el país sepa que estamos aquí y que estamos indignados.

    Olvera Esquivel Brenda



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  23. Poco a poco se ahora la libre expresión entre mentiras y silencios de aquellos que se consideran “justos”, pero a nadie parece importarle, parece un problema tan ajeno, algo que pasa a miles de kilómetros. No porque el fuego no los toque, no se van a quemar. En esta ocasión Javier Sicilia nos lo dice con su último poema, pero no es el único que ha tocado el tema. Hay películas, canciones, caricaturas, novelas, obras de teatro, etc. ¿De forma nos lo deben decir para que los mexicanos empiecemos a poner atención?

    Gerardo García Barrera

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  25. La vida se ha vuelto muy oscura en México, cada día recibimos un golpe distinto que nos merma cada día más, robándonos hasta la ultima paz de nuestra vida, ni siquiera teniendo la seguridad de que ese día volverás a casa.
    Los 43 desaparecidos fue la gota que derramo el vaso, todos hemos llegado al hartazgo del miedo, ya sólo nos queda luchar, ya no más miedo y mediocridad, esperando que todo cambie por obra y arte de magia.
    México está construido sobre sangre y sudor de nuestros padres y abuelos, lo único que nos toca ahora hacer es defender lo que es nuestro y construir nuestra parte, todos somos México y todos somos responsables de todo lo que sucede.
    México es un gigante dormido que está comenzando a despertar, que le han quitado tanto que hasta el miedo se han llevado, y está listo para construir y defender su madre patria.

    Por: Norahenid Fernanda Morales Amezcua

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  26. Paul Celan, después de vivir y morir en la Segunda Guerra Mundial, se ahogó en el río Sena en París en el año de 1970. Todesfuge (1948), quizá uno de los poemas más emblemáticos de la posguerra abre, en la actualidad, como una fosa o una herida, el aire con el sonido del más oscuro de los violines y el grito: ¿Qué es la muerte? La muerte, para Celan, es un maestro de Alemania. Para Celan la muerte se bebe todas horas. En México la tomamos a chorros en el día, al mediodía y en la noche antes de cerrar los ojos.

    Escribir para no morirse uno. Escribir para no quedarse callado y vomitar. Celan no dialogó con la muerte o el horror. Celan murió y se horrorizó muchos días en el campo de concentración. Paul Celan decidió no callar y soltar una última muerte a la orilla del Sena

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  27. Los Heraldos Negros , este poema de César Vallejo ha causado en mi cierta angustia ante la decadencia en la que plasma una forma muy fatalista de ver la vida y sin embargo te hace también ver que la vida sólo la queremos ver de una manera linda y buena y que a pesar de eso es todo lo contrario, claro de igual manera podemos denotar que es un texto modernista. Sin duda alguna se ha convertido en un poema que marcara mi vida ya que la idea que nos manifiesta es muy parecida a la que yo tengo ante lo efímero que es la vida y sobretodo lo decadente de la misma. Tiene siento toque de incertidumbre hacia nuestra propia existencia, lo cual nos lleva a pensar ¿De verdad vale la pena nuestra existencia? De lo contrario podríamos pensar que en realidad somos un error cósmico del universo. Un fallo matemático en la creación perfecta de algún creador superior. Nunca lo sabremos.
    También es importante resaltar nuevamente lo de la vida ya que nos hace ver que está llena de golpes lo cual nos hace ver que la existencia del ser humano conlleva el hecho de tener que sufrir sucesos dolorosos aunque siendo pocos nos dejan cierta huella en nuestra existencia, desde la muerte de nuestra mascota favorita cuando éramos pequeños hasta incluso la muerte de alguno de nuestros familiares cercanos, lo cual nos lleva a un punto de que incluso se hace una prueba de fe en ello y que siempre tendemos a culpar a aquel poder superior en el que creemos, y esto nos lleva a una decepción y ante esto no encontramos ningún consuelo, lo que nos lleva de nueva cuenta a culpar al ser superior ya que no contamos con aquel consuelo en lo que ponemos nuestra fe.
    Excelente idea abrir este espacio.


    Ian Pablo Hernández Arias

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  28. Todesfuge, por Paul Celan, es un texto reflejo sobre el conflicto judeo-alemán durante la II Guerra Mundial. Mediante recursos estilísticos, Celan resume la cronología de los hechos en una estructura reincidente, donde la base discursiva se repite, reflejando la cruel monotonía bajo la cual habrían de vivir los judíos en aquel entonces. El autor mismo, habiendo estado recluido en un campo de trabajo, y sus padres en uno de concentración, experimentó en propia piel las desgracias aquí descritas.
    Aunado a esto, la construcción poética hace por siempre reflejar cuán sombría resulta ser la calidad humana inmiscuida en los confrontamientos, acompañada por la sordidez consecuente al paso del enfrentamiento a usanza de la época.
    Finalmente, respondiendo a la pregunta de Höldein sobre la presencia de poetas en tiempos de crisis, vale la pena recalcar la temática constante en los 3 textos. Ninguno versa de facto sobre momento de gozo alguno. En cambio, lo que es la muerte en el caso de Sicilia, de la desesperanza con Huerta y con Vallejo, y de sometimiento gracias a Celan, se convierten en las raíces temáticas. Siendo así, resultaría algo absurdo negar la importancia subyacente en los cronistas de desgracias, sin importar si es sólo un eco o la explosión misma de las adversidades lo que termina por reflejarse en el trabajo.

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  29. Existe una lucha en la mente del poeta (al menos en Celan y en Vallejo) en la que la ruptura es el manifiesto vivo de la creación, no hay una propuesta de desesperanza o lucidez ante la vida, Vallejo y Celan entienden que los poetas "están ciegos y viven sus ciegas vidas en la ceguera" pero, a la vez, esa desesperanza debe convertirse en una acción.

    Creer en la posibilidad de una cultura que luche mediante mecanismos de libertad y proteja los intereses de las artes sin adherirse a políticas panfletarias o censura o persecución, esa debería ser la meta. La sociedad ha permitido que las artes administren, en buena medida, los elementos que parecerían ser políticamente correctos, y todo lo que no avance en tal dirección (política, poética, artística) debe ser limitado. La ruptura no depende de lo anterior, siempre debe existir una conciencia de fatalidad en el poeta que lo deje reflexionar en torno a su propia espontaneidad.


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  30. El poeta peruano, César Vallejo, nos relata de una manera casi desesperante y angustiosa cómo el hombre se da cuenta (o abre poco a poco los ojos) que se ha topado con un mundo lleno de pesimismo, tristeza y dolor, dejando un aire de extrañeza ante lo que él ve como su vida, algo que le arrebataron, pero siendo él mismo el que se lo arrebató. Vallejo retrata al hombre chocando con un muro construido por él mismo, creado a partir de la barbarie que vio en su mundo, el dolor y la tristeza que él vivió, pero sobre todo de su propia culpa.

    ¿Para qué poetas en tiempos de penurias? Para que despierten a la sociedad, al igual que Vallejo, y que nos demos cuenta que en nosotros está la posibilidad de dejar de hacer charcos más profundos hasta generar mares de odio y culpa, y en vez de eso abramos el pensamiento de la gente, y demostrar que la misma persona que sufre fue el culpable de ponerse en esa situación, al callar, al no interesarse o cerrar los ojos ante el mundo que lo rodea. Todos nosotros somos culpables de nuestro entorno tan negro; porque nosotros somos Atilas, porque nosotros somos la muerte, porque nosotros somos las víctimas de la crueldad

    Por: Andrés Alexis Velasco Torres

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  31. Todesfuge de Paul Celan:

    Habla del holocauso judío, sulamith es una mujer que murió en Awschwitz y Margarete, creo, la esposa de Himmler, las contrapone, las junta una arriba de la otra y menciona a un hombre dentro de una casa, él representa a la muerte y creo que es himmler, ¿pero himmler tiene ojos azules? No, el ideal alemán los tiene, la raza perel fecta ¿y los judíos son las serpientes? Serpientes representan pecado, y en poema la muerte es un maestro, el maestro de Alemania que la oscurece, Alemania vive en la oscuridad, las serpientes viven en hoyos debajo de la tierra, ¿quiénes son las serpientes? y cuando los judíos son quemados en duchas ácidas o en fuego les hacen un favor porque ahora son libres y tienen su tumba en el aire. Se evaporan. La muerte es una fuga.

    Pero me equivoqué. La Margarete aludida es la protagonista del Fausto de Goethe.
    Sulamith es la amada del bíblico El cantar de los cantares. Y la leche negra es el río Aqueronte.

    Ojalá supiera Alemán y así pudiera comprender mejor el poema, que es bueno.

    Por: María Cristina Aguilar Herrera

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  32. No me gustó que Javier Sicilia dejara la poesía cuando asesinaron a su hijo, este poema fue el último debido a que ya no pudo seguir escribiendo. Nosotros no podemos imaginar lo terrible que debe ser perder a un ser querido de esa manera, pero eso debería ser un impulso para que escribamos aún más, para que expresemos nuestro disgusto y para tratar de hacer un cambio, aunque esto no parezca muy probable ya que desde hace mucho tiempo todos nos quejamos de nuestro gobierno, y pareciera que muchas personas se resignan de que todo seguirá mal, pero un cambio sí es posible y la escritura es una herramienta muy poderosa. Creo que Javier debió seguir escribiendo, sería una inspiración para otras personas.
    Melisa Del Valle Leguízamo

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  33. Por Manuel Tort
    Lo importante de un autor como César Vallejo es su universalidad. Sin importar a cuántos países se exporten sus poemas o cuánto tiempo dure el mundo –aunque pasen siglos y siglos escondidos-, nunca se corroerán. Nunca serán afectados por los períodos del hombre.
    Poniendo como ejemplo este fragmento introductorio de “Los Heraldos Negros”, que es la primera cosa que el mundo leyó de César Vallejo, al ser la primera parte del primer poema de la primera sección de su primer libro de sus nueve publicaciones, el cual resulta ser uno de sus poemas más recitados, sino el que más. Desde aquí se siente esta integridad que colorea cada uno de sus poemas (aunque desde este libro haya evolucionado su estilo a una forma más personal y característica). Se encuentra un sentimiento de pregunta hacia el Universo. Lo que busca es el porqué de las desgracias que le ocurren a uno y a todos a lo largo de la vida.
    Este sentimiento, como él mismo escribe, es intrínseco al Hombre. Dice: “Y el hombre. Pobre. ¡Pobre!” Y cualquiera sabe a qué se refiere. Mujeres y hombres, peruanos, mexicanos, franceses, japoneses, africanos. Lo saben personas del pasado y del futuro. Inclusive lo sabrían los primeros hombres, así como los últimos. Pocas cosas son las que nos juntas así a todos los hombres, y eso es lo importante de los poemas de César Vallejo: que tienen la capacidad de juntarnos, tienen la capacidad de hacernos uno.

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  35. Fotos de desaparecidos, juicio en Tucumán

    Estas sillas tienen dueño y todos están presentes, no hay desaparecidos, hay muertos y su dolor está sentado aquí, no tendrán cuerpos pero todavía tienen rostro y voz.
    Murieron en manos ajenas, no lo decidieron ellos ni fue el destino quien dicto su final, fue la cruda violencia de aquellos que se sientan en el poder.
    Hoy el mar huele a sangre y en sus costas se oyen gritos, gritos de los hijos de las madres que jamás olvidaran, jamás se callaran.

    Adriana pliego Villanueva

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